El fantasma de Charlottesville sobrevuela Florida.
Más de dos meses después de la polémica marcha de supremacistas blancos en una universidad de Virginia, que terminó con un muerto y escenas de antorchas, consignas y saludos nazis, el polémico ideólogo de extrema derecha Richard Spencer, decidió hablar con sus seguidores de Florida.
No es una elección casual: ese es el segundo estado de la nación con más grupos supremacistas y, por tanto, con uno de los mayores índices de delitos de odio, según cifras del Southern Poverty Law Center, una organización no gubernamental de defensa de los derechos civiles.
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Y ante la posibilidad de que las confrontaciones entre los supremacistas y sus oponentes se repitan, como en Charlottesville, el gobernador Richard Scott decidió declarar el “estado de emergencia”, una decisión sin precedentes en Florida ante la convocatoria a una conferencia.
La orden, que generalmente se decreta ante desastres naturales, como huracanes, comprende todo el condado Alachua, en el norte del estado, donde se encuentra la Universidad de Florida (UF), el lugar elegido para el evento por el National Policy Institute (NPI), la organización que lidera Spencer.
La UF, ubicada en el municipio de Gainesville y una de las más importantes del estado, intentó cancelar la conferencia tras los sucesos de Charlottesville, pero finalmente no pudo conseguirlo.
El NPI, que pagó US$10.500 por utilizar un teatro en la UF, amenazó con demandar a la casa de altos estudios por violar la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libre expresión de ideas, aunque sean de contenido racista, misógino o degradante de la dignidad humana.
Ante la imposibilidad de cancelarlo, a la universidad no le quedó otra que lavarse las manos y asegurar por todos los medios que ni ellos, ni sus estudiantes tienen nada que ver con la convocatoria.
La universidad se opone
El mismo presidente de la UF, Kent Fuchs, envió un correo a toda la universidad en el que intentaba explicarles las circunstancias legales que lo obligaron a mantener el conversatorio.
Fuchs pidió a los estudiantes no participar en la conferencia aunque también los llamó a cuestionar el potencial “mensaje de odio racial”.
Y ante la amenaza de que la situación se vaya de las manos, como ha ocurrido con anteriores discursos de Spencer en Alabama, California y Texas, la UF se vio obligada destinar US$500.000 de su presupuesto para reforzar los dispositivos de seguridad.
Pero al considerar que esto podría no ser suficiente, la jefe de policía del condado Alachua, Sadie Darnell, solicitó a Scott declarar el “estado de emergencia”.
Estado de emergencia
Según explicó el gobernador, la declaratoria permitirá a las autoridades activar la Guardia Nacional de la Florida, así como el resto de fuerzas locales, estatales y federales, para reforzar, si se requiere, el esquema de seguridad.
“Vivimos en un país donde todos tienen derecho a expresar su opinión, sin embargo tenemos tolerancia cero para la violencia y la seguridad pública es siempre nuestra prioridad número uno”, aseguró Scott en un comunicado de prensa.
Pero mientras se espera que los seguidores de Spencer comiencen a llegar a Gainesville en la mañana del jueves, desde inicios de semana la seguridad en las cercanías de la universidad aumentó considerablemente.
Andrew García, un estudiante de la UF, contó a BBC Mundo que desde inicio de semana, la presencia policial en la universidad se hizo más notable, mientras crecía también la molestia entre los estudiantes por la decisión del presidente de permitir el acto.
“Hemos recibido varios correos en los que incluso nos dicen que si nos sentimos inseguros, podemos faltar el jueves a clases, pero la sensación general es de malestar entre los estudiantes”, afirmó.
Unos 1.600 miembros del personal docente y estudiantil de la universidad aseguraron en diferentes grupos que participarán en las protestas contra el discurso, mientras el NPI previó que entregará unas 700 entradas para sus seguidores.
Los habitantes de la ciudad estudiantil también han visto con recelo la decisión de las autoridades de la universidad de permitir el discurso, por los incidentes que podrían producirse entre los que se oponen y siguen a los supremacistas blancos.
Algunos negocios han ofrecido rondas gratis de cerveza a cambio de los boletos para entrar al auditorio donde hablará el líder de la llamada “Alt Right”, con la idea de que la sala esté lo más vacía posible durante el discurso de Spencer.
BBC