
En el pueblo, de aspecto colonial, de costumbres campesinas y calles empedradas del Oriente antioqueño, Concepción, soñaban con abolir la tradicional usanza de los billetes y las monedas.
Sin embargo, la iniciativa que lograba “una transacción al mes, ya no se usa”, según argumentó el administrador de una ferretería.
La idea de pagar todo producto o servicio, desde un tinto hasta el pasaje en un mototaxi a través del celular, solo fue posible aquel 9 de julio de 2015 en el que sus habitantes, incluyendo a los campesinos que rodean las veredas aledañas, se sumaron al proyecto promovido por una entidad bancaria.
Durante un año y medio funcionó con éxito el sistema que transfería el subsidio del Gobierno Nacional, ‘Más Familias en Acción’, a los celulares de los casi 360 beneficiarios.
El método, que se asemeja a una tarjeta débito, pretendía acercar a la comunidad a esta tecnología, hecho por el cual se instaló en el 2015 el único cajero que tiene el pueblo y, que al sol de hoy, sigue luciendo como nuevo.
Una licitación ganada por el Banco Agrario de Colombia revirtió el plan piloto que buscaba acercar a la comunidad del campo con los bancos, entidades ausentes en las zonas rurales.
Aunque el proyecto sonaba romántico e innovador en un principio, para Claudia Blanco, propietaria de un almacén de variedades ubicado en la calle principal, “no era lo mismo tener la platica ahí, de una, a tener que ir a un cajero por ella”. La mujer, quien ofertaba su mercancía de cachivaches en la calle principal, aseguró que no le han pagado más de cinco clientes a través de esta herramienta.
ELTIEMPO