Es una premisa. La transformación que, de la mano con el metrocable, se vivió en el nororiente de Medellín podrá darse en el noroccidente, con el nuevo sistema que ya tiene constructor adjudicado, el de El Picacho.
Y es que hay similitudes: en aquel entonces, finales de los 90, la comuna Popular de la ciudad antioqueña se debatía entra la disputa armada de agrupaciones ilegales. Luego del año 2004, cuando se entregó el metrocable, la cotidianidad de quienes habitaban ese territorio cambió y la calidad de vida mejoró.
Castilla y Doce de Octubre son hoy dos de los sectores más violentos de Medellín. Allí, en esa zona periférica, empezará en febrero la obra del cable que impactará 37 barrios y beneficiará directamente a 160.000 personas.
El constructor, según confirmó ayer el alcalde Federico Gutiérrez, será la empresa francesa Poma, con su filial colombiana, el mismo que levantó los pilones y puso a rodar las cápsulas que transportan actualmente un promedio de 23.000 pasajeros al día en la nororiental, línea K.
Un proceso contractual complejo
Tomás Elejalde, gerente del Metro, explicó que el proceso para llegar a la adjudicación del contrato para la construcción del cable de El Picacho inició el pasado 25 de septiembre, luego de la apertura de una solicitud pública de ofertas.
Apuntó que tuvieron dos ofertas después de recibir 18 interesados y se hicieron respuestas técnicas y jurídicas a más de 329 observaciones dentro del proceso contractual. “El proceso tuvo vigilancia estricta de la Alcaldía y Procuraduría”, indicó.
Sobre el ganador, (Poma), Elejalde recordó que fue la única empresa extranjera que aceptó hacer el cable de Santo Domingo, comuna Popular, en una época en la que ni siquiera las empresas aseguradoras daban pólizas a los constructores, debido a la compleja situación de orden público.
“A pesar de ese inconveniente este contratista le apostó y con eso ganó la ventaja de conocer la gente y la región”, destacó.
Adjudicación de contrato e inicio de obras
La adjudicación del proyecto de construcción del metrocable Picacho, que se firmó el viernes pasado, incluye el diseño de detalle, la ejecución de la obra civil, el suministro electromecánico y el montaje y funcionamiento del sistema.
Según el alcalde Gutiérrez, entre febrero y marzo próximos, iniciará en firme la obra, que en total tiene un plazo de 18 meses y un valor de inversión estimado en 221.000 millones de pesos.
“El metrocable que vamos a tener en 2019 es al frente del que ya existe, que fue el primero (…) Lo importante es integrar esta comunidad del noroccidente al sistema de transporte, como pasó en la nororiental y en la comuna 13, llegando a la Aurora, en La Sierra, y como pasará, el año entrante, cuando entreguemos el del 13 de Noviembre.
Componente predial, un reto
La compra de predios para la construcción del nuevo metrocable es el principal reto que afronta el proyecto.
En total se requieren negociar 391 en sectores como La Paralela, Héctor Abad Gómez, Feria de Ganado, Girardot y Doce de Octubre.
Benhur Molina, una habitante de la zona, con la que la Alcaldía socializa la compra de predio, confesó a EL COLOMBIANO su nostalgia de salir después de 43 años de vivir allí.
En la misma calidad de Molina, que busca llegar a un acuerdo económico, están cerca de 200 moradores de 65 viviendas que quedan a un costado del Parque Biblioteca Gabriel García Márquez.
Al respecto, el alcalde Gutiérrez aceptó que existe una deuda histórica con el noroccidente y aclaró que serán justos en el trabajo de compra de predios a las familias.
“Tenemos un contrato de 28.000 millones de pesos para gestión predial y arriendos temporales, más otros 20.000 millones para vivienda nueva de las personas que serán reubicadas para la construcción de las estaciones y del sistema”, enfatizó.
En lo que sigue del proceso, se espera que en diciembre próximo se firme el acta de inicio de obra. Finalizando el primer semestre de 2019 se entrará a fase preoperativa, instructiva y comercial del sistema.
ELCOLOMBIANO