Aunque parezca ajeno a la política, el Centro Democrático recibió un golpe a sus aspiraciones electorales en 2018. El sector de los cristianos, que forman parte de la Misión Carismática Internacional, firmó su salida después de estar vinculados al uribismo durante más de 15 años.
La noticia fue enviada a través de una carta firmada por la pastora de más alta jerarquía en la Misión Carismática Internacional, Claudia Rodríguez de Castellanos, dirigida al expresidente Álvaro Uribe Vélez, en la que señala: “es el momento de dar un paso al costado, retirarnos del Centro Democrático, y continuar sirviendo a nuestra nación; usted conoce los motivos de esta decisión, razón por la que no se exponen”.
El misterioso motivo es que están pidiendo más “representación en el partido”. En síntesis, aumentar los tres congresistas que hoy tienen, el senador Orlando Castañeda y los representantes a la Cámara, Esperanza Jiménez y Yohana Chávez (perdió la curul por doble militancia), para pasar a seis parlamentarios.
El asunto se está manejando con voz baja en el Centro Democrático. Sin embargo, tres congresistas de la colectividad confirmaron la versión y agregaron que no es la primera vez. “Para las elecciones a la alcaldía de Bogotá ellos no apoyaron a Pacho Santos y dijeron que se iban, finalmente no lo hicieron”, manifestó un parlamentario.
Misión Carismática y política
Castellanos, con el apoyo de su multitudinaria congregación, viene haciendo política desde hace más de 20 años, pero su nombre se dio a conocer en 2000 cuando aspiró a la alcaldía de Bogotá y ocupó el tercer lugar con 185.000 votos. En esa ocasión ganó Antanas Mockus con 681 mil.
Apoyaron a Uribe para la presidencia en 2002 y fueron correspondidos con el nombramiento de Claudia Rodríguez como embajadora de Brasil en 2004. Para las congresionales de 2006, cuando Cambio Radical era uno de los bastiones del uribismo, fue candidata y logró 57 mil votos. Paralelo a eso, la iglesia continuaba ganando elecciones y adeptos en concejos municipales y asambleas.
Con el divorcio de Cambio con el uribismo o de Vargas Lleras de Uribe, su movimiento, amparado en el transfuguismo, migró al Partido de la U. Esta vez fue en cuerpo ajeno, fueron elegidos el representante a la Cámara Luis Felipe Barrios con 23 mil votos y Claudia Wilches, en Senado con 44 mil, quien finalmente renunció por desencuentros con el gobierno Santos y se llevó hasta el baño de su oficina en el Congreso.
La Misión Carismática en 2014 se sumó al naciente Centro Democrático. El resultado del No les dio valor político y se los están peleando. Ya renunciaron al uribismo, pero se van para donde un viejo aliado, Cambio Radical, partido del candidato Germán Vargas Lleras.
Por ahora el presidente de esta colectividad, Jorge Enrique Vélez, asegura que “yo no he hablado con ellos, pero este es un partido de puertas abiertas”. Lo que sí reconoció el dirigente es que este sector de cristianos cuenta con un importante capital electoral.
En este escenario, Daniel Aguilar, doctor en sociología de la Universidad de Kansas, señala que “queda en evidencia que no hay una propuesta política que enmarque a los cristianos. Responden a una coyuntura particular. Se dieron cuenta que tienen un capital político importante y, finalmente, no son los cristianos sino sus líderes los que están buscando votos. A lo que sí se puede llegar es a una alianza con Viviane Morales, quien sí tiene trayectoria pública y puede ganar elecciones”.
Nuevos jugadores
Pero la Misión Carismática no es el único sector religioso que tiene en la mira las elecciones del próximo año. Varias de las iglesias más importantes han tratado de establecer un acuerdo para llegar en conjunto, lo han denominado Movimiento Libres, con el que participó en las elecciones a la alcaldía de Bogotá el expresidente del Fondo Nacional del Ahorro y exsenador, Ricardo Arias Mora, quien es de esa doctrina.
En el estarían el pastor John Milton Rodríguez, de Misión de Paz de las Naciones; Eduardo Cañas, de Manantial de Vida Eterna; Héctor Pardo, de Tabernáculo de la Fe y, si llegan a un acuerdo, entraría Casa Sobre la Roca del pastor Darío Silva, esto solucionaría la candidatura a la presidencia, pues la senadora Viviane Morales forma parte de esta congregación y sería la carta.
El capital cristiano
Pero qué tan influyentes pueden ser los movimientos cristianos en las elecciones. Bibiana Ortega, docente de la escuela Política de la Universidad Sergio Arboleda, dice que “el cálculo es que en Colombia puede haber 10 millones de fieles, pero en estadísticas por ahora son marginales, su participación no supera el 2%. Pero en este momento hay una coyuntura especial, el discurso lo están basando en la defensa de la familia tradicional y puede haber un crecimiento electoral”
Lorena Ríos, directora de asuntos religiosos del Ministerio del Interior, plantea que en Colombia la población cristiana alcanza el 15 %. Es decir, cerca de ocho millones de personas. Una disputa fuerte por la fe, pues de acuerdo con las cifras de Gobierno hay 6.400 iglesias.
En el Centro Democrático están hablando con Avivamiento, otra gran congregación, pero hasta ahora no hay acuerdo. Lo cierto es que el plebiscito demostró que tienen peso en las urnas y pueden ser definitivos en 2018 .
ELCOLOMBIANO