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Proyecto de ley del senador Velasco, un exabrupto legislativo con oscuras motivaciones

La polémica “ley del vigilante” cuyo ponente principal es el controvertido senador liberal Luis Fernando Velasco, se enfrentará este miércoles a un complejo debate, pues dicho proyecto que es maquillado con supuestos beneficios para los guardias de seguridad en el país, y que no es más que la reiteración a lo que ya por ley tienen derecho, contiene un “mico” que algunos se rehusan a ver.
Velasco es recordado por haber sido el senador que durante varios años lideró una supuesta lucha para obligar al gobierno nacional a bajar considerablemente los precios de la gasolina, y la cual abandonó sorpresivamente sin aparente explicación alguna. Personas cercanas a él sostienen que habría recibido sobornos por parte de importantes empresas petroleras y del mundo de los combustibles para que dejara el tema quieto, a lo cual él accedió.
Uno de los puntos más álgidos del proyecto de ley propuesto por Velasco es el de los exámenes psicofísicos que en la actualidad los vigilantes deben hacerse cada año, y que pasarían a ser cada cinco. Lo mismo que cuando el senador liberal defendía la reducción del precio de la gasolina y de un momento a otro como por arte de magia dejó de hacerlo, parece suceder ahora. Pues algunos empresarios dueños de compañías de seguridad que apoyan la rigurosidad en las normas de esta actividad porque saben y valoran lo que esto representa, denunciaron que muchas de las empresas sin escrúpulos de su mismo sector estarían detrás de la idea de pasar de hacer dichos exámenes cada año a cada cinco, con el fin de ahorrarse de esta forma tanto el trámite como los costos que este implica y poder contratar sin restricción alguna. Su ficha en el Congreso para tal fin es precisamente el senador Luis Fernando Velasco.
El pasado viernes, medios de comunicación publicaron la noticia de que un vigilante disparó en repetidas ocasiones contra su pareja sentimental en una calle del norte de Bogotá y posteriormente se quitó la vida, todo esto con su propia arma de dotación. Hechos como este son más comunes en nuestro país de lo que se cree, y tienen tantas razones como formas de evitarlo.
Los vigilantes en Colombia son personas en su mayoría de bajos recursos, con poca formación académica, y en muchos casos con serios problemas personales debido a las carencias que les brinda un país como el nuestro, y que tras sencillos pasos acceden a un trabajo de altísima responsabilidad, en el que además pueden manipular armas de fuego todo el tiempo, algo que sin la estricta supervisión de los organismos de control se puede convertir en una bomba de tiempo para todos.
Por eso resulta casi inverosímil, lamentable, preocupante y reprochable desde todo punto de vista, que el senador Velasco defendiendo intereses personales tanto de él como de unos cuantos empresarios corruptos, esté liderando semejante exabrupto legislativo sin importarle las consecuencias que eso le puede traer a muchos colombianos y todo, apoyándose en populismos baratos para ganarse el apoyo de los más ingenuos que creen todo cuanto les dicen.