
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible presentó la nueva norma de Calidad del Aire (Resolución 2254 de 2017), que plantea las acciones que se deben tomar desde el Gobierno Nacional para alcanzar niveles adecuados que permitan proteger la salud de los colombianos. Aspectos como la gestión preventiva, avanzar hacia la medición de la calidad del aire en tiempo real, mantener informada a la población local, establecer los niveles para declarar los estados de prevención, alerta y emergencia, son algunos de los puntos transversales.
“Esta nueva norma es de la mayor importancia para el país, porque estamos endureciendo los estándares de calidad del aire en todo el territorio nacional para salvar vidas y disminuir el costo de la contaminación atmosférica en la salud, sobre todo de niños, adolescentes, mujeres y personas de la tercera edad. Es una medida que se debe cumplir y estamos muy esperanzados que con ella podamos tener un mejor nivel de calidad del aire en cada ciudad del país”, dijo Murillo.
Desde hace dos años, el jefe de la cartera verde venía trabajando en esta nueva Norma, la cual de forma progresiva y con un horizonte de tiempo a 2030, establece niveles máximos permisibles más estrictos de los contaminantes que afectan la salud en los centros urbanos, principalmente las partículas finas PM10 y PM2.5.
Adicionalmente el Ministerio de Ambiente plantea una tasa retributiva por emisiones contaminantes que busca que, en aquellas ciudades donde hay problemas de contaminación, se generen unos instrumentos económicos para aplicar a las fuentes altamente contaminantes, permitiendo así recolectar recursos económicos para la implementación de las mismas políticas y planes de descontaminación.
Y es que no es un problema menor. Según el Instituto Nacional de Salud, en el año 2015, 15.749 personas murieron por causas relacionadas con la contaminación. De ellas, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), 10.527 estarían asociadas a la polución por material particulado y 4.427 a la quema de combustibles sólidos. Los costos asociados a la contaminación del aire urbano se estiman en $15,4 billones de pesos (1,93% del PIB de 2015).
ELTIEMPO