La decisión de trasladar la Fábrica de Licores de Antioquia (FA), de su actual ubicación en Itagüí, para el municipio de Bello, se puede echar para atrás.
Incoherencias con la extensión del lote donde está la planta, no permitieron continuar con el traspaso, pues en septiembre, el gobernador Luis Pérez Gutiérrez informó que este tenía 138.799,19 metros cuadrados (con un valor de $599.236 millones), pero, la FLA reportó que mide 105.000 metros cuadrados.
El miércoles pasado, Pérez retomó el tema en diálogo con la administración de Itagüí y contó que también había solicitudes de servidumbres por parte de EPM y Metroplús, lo que disminuiría aún más la extensión del terreno.
Con la venta del predio se esperaba poder pagar el traslado y, a su vez, se pudiera invertir en otras obras, pero la diferencia de metros cuadrados y por ende de valor, obliga a nuevos análisis.
El plan b
León Mario Bedoya, alcalde de Itagüí, explicó que trasladar la fábrica, teniendo en cuenta la verdadera extensión, no sería algo rentable, por ello la inversión se destinaría finalmente a la actual infraestructura.
“Las intervenciones se realizarían principalmente en la ampliación de la capacidad de almacenamiento, pues gran parte de la bodega de la fábrica, está distribuida en instalaciones externas, cuyo pago de arriendos representa costos significativos”, agregó Bedoya.
Por el momento se adelanta en la creación de un inventario para conocer cuánto espacio y qué infraestructura nueva se requeriría para unificar los espacios de la planta y mejorar los procesos actuales.
Respecto a los proyectos urbanísticos que se planteaban hacer en el lote si se daba el traslado, el funcionario aclaró que no se había adelantado en ellos, pues la administración estaba en desacuerdo con la salida de la FLA.
Aunque por ahora se continúan en la elaboración de los estudios de factibilidad económica, la idea de traslado ha perdido fuerza y, según contó Bedoya, el gobernador les informó que en dos meses tendrían la respuesta definitiva.
Un vocero de la Alcaldía de Bello, donde se haría la nueva sede de la FLA, afirmó que por el momento no harán declaraciones, pues es un tema que no está dentro de sus competencias y de ello se encarga la Gobernación.
El enredado traslado
Muchas han sido los cuestionamientos alrededor de este traslado. Además de la inconsistencia de la extensión de terreno a vender, otro punto de disputa la propiedad del lote de la futura sede, el cual, según se conoció en septiembre, le pertenece en un 50% a la Alcaldía de Medellín.
El gobernador planteó la posibilidad de usar de manera equitativa el terreno, pero en la idea no se ha avanzado.
ELCOLOMBIANO