Dentro del agua todo era felicidad. Bajo un intenso sol, los niños se lanzaban desde un tobogán rojo. Los adolescentes exhibían sus habilidades con artísticas volteretas desde un trampolín.Incluso, había quienes se atrevían a zambullirse con sus mascotas en los charcos El Brujo, ubicados en el sector Dosquebradas, municipio de Barbosa (norte de Medellín).
Y es que el plan recreativo sigue siendo vigente en aquel sector, donde cada puente festivo se aglomeran por día hasta 1.000 personas según los venteros.
El primer puente festivo del año no fue la excepción. El humo de los fogones prendidos desde tempranas horas de la mañana dio la bienvenida a los numerosos grupos de personas entre amigos y familiares, que llegaron al sitio con morrales, chanclas, bolsas y todo lo necesario para su ‘paseo de olla’.
¿Qué tal que supieran que esto se puede acabar?, preguntó Gonzalo, quien desde hace 15 años alquila flotadores en el lugar y es una de las casi 50 personas que viven del comercio en los ranchos de madera aledaños al caudal.
Un buen día, como el pasado domingo, se hizo más de 250.000 pesos alquilándolos desde 1.000 y 2.000 pesos la hora. Es su único sustento.
Como él, los otros comerciantes no comparten la dicha y tranquilidad de aquellos sumergidos en el agua.
María Ospina lleva más de cuatro décadas viviendo en la zona y 20 como comerciante. Contó que el pasado 26 de diciembre llegó un vehículo de los que casi no se ven en ese sector. Una retroexcavadora.“Vinieron a tumbar todo. Y acompañados con funcionarios de la Alcaldía. Les dijimos que si querían tumbar tenían que pasar por encima de nosotros. Ese día nos unimos y logramos, con ayuda de la Policía, que no nos tumbaran los negocios”, contó la señora María.
¿Cómo lo van a cerrar si este lugar todavía se llena cada fin de semana? Muchas personas nos quedaríamos sin dónde ir a pasear
Nadie sabe con certeza por qué los quieren desalojar después de 20 años trabajando allí sin ningún problema. Unos dicen que el dueño de la finca aledaña al terreno quiere mandar a hacer una carretera, otros dicen que quieren privatizar el comercio en aquella zona turística, otros más, que se trata de una obra entre Alcaldía y Área Metropolitana.
Lo que sí saben con certeza, es que con ellos no han socializado.
“Esta es la vida de Barbosa, y hasta de parte de Medellín. Los Brujos es uno de los lugares de paseo preferidos de la gente que no puede salir a fincas o a otros lugares porque la entrada aquí es gratis. Incluso nos dijeron que nos iban a mejorar los ranchitos para fortalecer el sector. Esperemos que no los dejen acabar”, expresó el hombre. No pudo decir más. Dos niñas se acercaron a alquilarle un flotador grande, de los de 2.000 pesos.
Rumor o no, la información ya comenzó a llegar a los visitantes de Dosquebradas quienes también manifestaron su desacuerdo con que se acabe este atractivo turístico.
Jorge es uno de ellos. Madrugó desde Medellín en compañía de su mejor amigo, un enorme perro color café oscuro. Ambos hacen competencias de nado y juguetean en el agua.
“¿Cómo lo van a cerrar si este lugar todavía se llena cada fin de semana? Muchas personas como yo nos quedaríamos sin dónde ir a pasear si derrumban este lugar”, opinó el joven.
EL TIEMPO intentó comunicarse con funcionarios de la Alcaldía de Barbosa para que dieran su versión sobre la situación pero no atendieron a las llamadas. A excepción de Carlos Julio Ramírez, secretario municipal de Planeación, quien se encuentra en vacaciones. El funcionario indicó desconocer el tema pero que se pondrá al frente en cuanto retome sus funciones.
Por el momento, aquellos que aún realizan el ‘paseo de olla’, disfrutan de este plan que no pasa de moda. Los comerciantes, por su parte, esperan que todo sean rumores y que no estén formando una tormenta en un charco de agua.
ELTIEMPO