Insertar la tarjeta cívica, depositar los envases, presionar un botón y retirar la tarjeta. Así de simple es hacer una recarga verde, y estos pasos los siguieron 4.528 usuarios del metro de Medellín en una prueba piloto de la máquina que cambia residuos por oportunidades de viaje.
Entre el 28 de agosto y el 28 de diciembre pasados, los ciudadanos cambiaron envases de PET, lata y vidrio, en la estación Universidad, por saldo en sus tarjetas Cívica.
Según Mauricio Soto, jefe de Investigación, Desarrollo e Innovación del Metro de Medellín, el periodo de prueba tuvo consecuencias positivas en términos sociales, como la participación ciudadana y la disposición de los pasajeros, pero también trajo consigo un impacto ambiental considerable.
Lo que se logró en los cuatro meses de prueba equivale a 22,7 toneladas de CO2 sin emitir, 92 árboles sin talar y a 230 automóviles sin circular durante un año completo.
La iniciativa es una propuesta de ‘Ciclo’, una organización local creada por cinco jóvenes emprendedores de la ciudad, que se ganó la licitación para desarrollar el proyecto en la empresa de transporte.
La máquina nació como un proyecto de grado de dos ingenieros mecatrónicos de la Universidad EIA, explorando maneras de incentivar el reciclaje.
Mecanismos como la ‘Máquina de Recarga Verde’ se han implementado en otros lugares del mundo y ya llevan años de buen funcionamiento. Así, países como China, donde existen equipos similares para los residuos desde hace 30 años, han logrado otorgarle un carácter diferente a la acción de reciclar.
En países como Alemania existe un sistema de retorno de envases conocido como Pfand (depósito en alemán) con el cual se incentiva el reciclaje. Al momento de comprar un producto, se paga por el contenido y el envase, así los ciudadanos se acercan a máquinas similares a devolver los materiales reciclables para recibir lo que pagaron por ellos. Estos sistemas motivaron la propuesta de la ‘Máquina de Recarga Verde’, que en cuatro meses recolectó 442.183 envases, de los cuales 1.342 fueron donaciones ciudadanas.
Miguel Uribe, gerente de ‘Ciclo’, aseguró que con ideas como estas la gente genera ahorro en necesidades indispensables como el transporte y que a la larga esto construye una cultura del reciclaje como la de otros países.
También dijo que la ‘Máquina de Recarga Verde’ está fabricada con tecnología 100 por ciento colombiana y su diseño permite que los envases depositados se ordenen en compartimientos separados dependiendo de su material.
Además, la interacción con el equipo es simple, por lo que en la estación fue común ver niños pequeños reciclando, pero también personas mayores igual de comprometidas.
ELTIEMPO