Un problema en Estados Unidos
En febrero pasado, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, admitió en Bogotá que su país es el mayor consumidor de la cocaína colombiana. “Tenemos 65.000 muertes anuales relacionadas con el consumo de estupefacientes. Estamos comprometidos a reducir la demanda en los Estados Unidos”, dijo entonces Tillerson.
Hoy mismo, el presidente Donald Trump, en una jornada sobre el problema de los opiáceos organizada por la Casa Blanca, llegó a sugerir que Estados Unidos podría establecer la pena de muerte para los narcotraficantes. “Algunos países tienen una pena muy, muy dura, la pena más dura posible”, dijo. “Y, por cierto, tienen muchos menos problemas con las drogas que nosotros”, añadió, alabando el “increíble trabajo”, por ejemplo, de Rodrigo Duterte en Filipinas. “Tenemos que ser fuertes, actuar con dureza”, sentenció.
Un problema en Colombia
El Gobierno colombiano cuenta 54.000 hectáreas de cultivos ilícitos que han sido erradicados, y fijó una meta de otras 120.000 hectáreas para este año. Por otro lado, Shannon anunció “el lanzamiento de un grupo de trabajo de asistencia técnica para fiscales e investigadores que se concentran en homicidios de defensores de derechos humanos y líderes sociales”.
Asimismo, Shannon indicó que durante su visita se firmaron acuerdos para potenciar mercados colombianos como el cacao y la creación de centros de desarrollo de pequeñas empresas en Colombia para fortalecer las oportunidades de negocio entre ambos países.