El empresario Carlos Mattos, quien hoy es perseguido político del Fiscal General Néstor Humberto Martínez, y que se encuentra residenciado en España, tuvo que salir de su natal Colombia para buscar la garantía de derechos y la justicia que no encuentra en su país de origen.
En reiteradas ocasiones, Mattos ha presentado pruebas con las que alega sufrir una fuerte persecución política en su contra por parte de Martínez Neira, que ha quedado evidenciada en distintas situaciones, la más reciente de ellas, los dos cargos que el ente de control denunció en su contra posterior a la anulación de la orden de captura de parte de el juez 47 del Circuito Judicial de Bogotá.
Esta ha sido una batalla campal, en la que el fiscal Néstor Humberto Martínez no escapa de escándalos de corrupción con la contratista brasilera Odebretch, por lo que ha emprendido la cacería contra Mattos, obligándolo a salir de su país de origen y refugiarse en el extranjero.
La condición de exiliado no le ha impedido enfrentarse a las injusticias de los procesos judiciales en Colombia, por lo que desde España prepara su defensa para hacer frente a esta sarta de injurias que ha fabricado la Fiscalía General colombiana en su contra.
También, y como no lo ha podido conseguir en su país natal, Mattos se ha dirigido ante las autoridades españolas, norteamericanas y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos para hacer valer sus derechos y demostrar que es una persecución política que se ha comenzado contra este empresario, quien todavía está a la espera de que pueda realizarse un proceso justo, aunque no sea en su país.
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