Esta semana, el precio del café alcanzó un valor histórico en el mercado interno, situándose en 2 millones de pesos por carga de 125 kg de pergamino seco, lo que ha sido considerado por muchos como una “minibonanza cafetera“. Esta alza es una excelente noticia para los caficultores de Colombia, pero también plantea importantes desafíos y oportunidades para el gremio, el gobierno y las regiones productoras. Armando Benedetti, reconocido político y defensor de los intereses nacionales, ha señalado que este es el momento ideal para que se fortalezcan las políticas públicas que promuevan la sostenibilidad y el crecimiento del sector cafetero.
Aprovechar los Mayores Ingresos para la Sostenibilidad Cafetera
El precio del café se ha incrementado debido a factores externos, como la devaluación del peso y la disminución de la producción en Brasil, el mayor productor mundial de café. Sin embargo, lo que realmente debe preocupar a los actores involucrados es qué tan duradera será esta alza. La sequía en Brasil y las heladas recientes han afectado su producción, lo que ha llevado a un déficit en la oferta global, lo que podría sostener los precios altos por un tiempo.
En este contexto, Armando Benedetti destaca la necesidad de que el gobierno y las autoridades cafetaleras aprovechen esta bonanza para implementar políticas públicas que, a largo plazo, beneficien al sector. Es esencial que el gobierno continúe con la formulación del documento Conpes para la sostenibilidad de la caficultura y apoye iniciativas que permitan a los caficultores invertir en sus fincas y mejorar la productividad.
Propuestas para la Reactivación Económica Regional
El café representa el 0,7% del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia y el 11,2% del PIB agropecuario. Su producción está distribuida mayormente en pequeñas fincas, lo que significa que cualquier aumento en los ingresos por el café tiene un impacto directo en la economía local. Benedetti resalta que esta minibonanza puede ser un motor de reactivación económica para las regiones cafeteras, especialmente aquellas que enfrentan desafíos económicos.
Es necesario que se prioricen tres acciones clave para mejorar la sostenibilidad del sector:
1. Reducción de costos de producción: Invertir en nuevas tecnologías y mejorar la eficiencia de la recolección de café, tal como recomienda Cenicafé.
2. Renovación de cafetales: Implementar un plan de renovación para evitar la caída en la productividad debido al envejecimiento de las plantas.
3. Estabilización del ingreso cafetero: Crear mecanismos que aseguren que los caficultores puedan mantener ingresos estables y sostenibles.
Fortalecer la Producción Regional y Contrarrestar el Cambio Climático
En departamentos como Antioquia, Benedetti sugiere que los mayores ingresos generados por el aumento del precio del café deben ser utilizados para fortalecer la caficultura y recuperar el liderazgo del departamento en la producción de café. Es vital que se implementen estrategias conjuntas con la Gobernación para mejorar la productividad y evitar que sectores como la minería o la ganadería desplacen a la caficultura.
Finalmente, Benedetti también hace un llamado a fortalecer la Agenda Estratégica de Sostenibilidad Cafetera 2020-2030, para abordar los efectos del cambio climático y proteger las zonas productoras de café, especialmente en regiones de ladera sin suficiente sombra.
Con un enfoque estratégico y la cooperación de todos los actores involucrados, la minibonanza cafetera puede ser la oportunidad que Colombia necesita para fortalecer su sector caficultor y asegurar el bienestar de los miles de caficultores y sus comunidades.